martes, 6 de noviembre de 2018

XVII Convención Nacional de OA

Está vez fue en Mallorca, del 2 al 4 de noviembre de este año 2018. Mi tercera Convención Nacional de OA, que me llegó, en estado personal de recaída, pero ¡Que mejor lugar para renovar fuerzas hacia una abstinencia estable y duradera! ¡No conozco un mejor lugar para la recuperación!

Ya el universo, me puso en mi lugar, antes de ir, obligándome a ver, algunos defectos de carácter, que suelen salir a la luz, más que nunca, en esos últimos momentos; Indecisión, Pereza, Negación, Vanidad, Procrastinación y que más.

Pero he de decir, que la vida, puso todo a mi alcance, para poder acudir, y que me llevo tanto, que no podría escribirlo en una sola hoja.

Ya no solo el hecho de compartir, con 74 almas gemelas y todas las charlas dentro y fuera de las reuniones, que no es poco, también lo que trae de bueno para después.

De hecho, al volver, he hecho cosas que nunca había hecho, como reclamar a mi Madrina, que la he usado muy poco, darme cuenta que o trabajas diariamente o en mala dirección te encaminas.

Esta convención ha sido un gran espejo reflector de mi sombra. Cosa que admito y agradezco con total honestidad, y que me dan ánimos para volver al trabajo interior, y usar todas las herramientas a mi alcance.

Hasta ahora, fue la convención que menos lagrimas he derramado, no se si eso es bueno, o malo; síntoma de que estoy muerto por dentro o de que el programa me ha equilibrado más de lo que creía. Eso, solo en el futuro lo descubriré.

Muchísimas gracias a todas las personas por tomarse las molestias de organizarla o simplemente acudir, porque me ayudasteis muchísimo. Y a las personas que no pudieron ir, pues que habrá una próxima y Ojala pudiéramos vernos entonces. 

¡Os Amo Almas Gemelas!







lunes, 23 de abril de 2018

Lo "malo" de estar abstinente de comer compulsivamente

Después de algo más de dos meses sin escribir, puedo decir en voz alta ¡Sigo Abstinente!

Eso es genial, aunque lo que sinceramente me importa es que hoy termine el día sin esconderme o anestesiarme detrás de cualquier alimento compulsivo, siempre es bueno,  tener una inercia positiva, que me sirva de "extra", de auto confianza, para conseguir el objetivo diario.

Pero, hoy, tras darme cuenta que llevaba un tiempo sin escribir nada, en este, mi blog-diario, me he dado cuenta, de que de cierta manera, estar abstinente tiene algo "negativo".

¡Estar abstinente me hace compartir menos!

Me doy cuenta, como, de cierta manera, voy dejando de compartir "tanto", de trabajar el programa. Y es que, hasta mi madrina me lo recrimina. Aunque para ser justo, diré que a menudo hablo con algún compañerx y trabajo a diario en un grupo de whatsapp los SxH. Además me he propuesto, ir a la convención anual y soy miembro en un comité de OA.


Dice el dicho dicho de OA/AA que cuando uno esta mal tu necesitas al grupo y cuando estas bien el grupo te necesita a ti, y la verdad me gustaría poder asistir más a los grupos de mi ciudad.

Sea como sea, estoy muy contento y agradecido, de seguir abstinente, seguir perteneciendo a esta gran fraternidad y aunque, este "estancado" en el cuarto paso y no trabaje con mi madrina, siento que estoy haciendo las cosas bien, y que mi aptitud es la correcta y que no puedo dormirme en los laureles, que esto es un trabajo interior de hormiguita, y en el existe una linea muy fina entre la autoexigencia y la autocomplacencia y es en ese punto medio donde quiero estar.





miércoles, 14 de febrero de 2018

Recuperación ¿La mido en cantidad o en calidad?

Hasta que me dí cuenta que esto de la recuperación de la adicción a comer compulsivamente no debía de medirse cuantitativamente sino cualitativamente ¡ Estuve pegando palos de ciego!

De todas formas, no me juzgo por ello, parto de vivir en un primer mundo, donde tener muchos objetos, vivir muchas experiencias, viajar mucho, ganar mucho dinero, etc. ¡Es lo máximo!

Antes, contaba calorías, contaba los kilos que perdía o ganaba, contaba los días que llevaba abstinente, contaba los pasos que llevaba dado en el programa,etc. ¡Esos días por fin ya terminaron!
La pregunta es : ¿Que es mejor? ¿Llevar 12 pasos pasos, sin haber profundizado y exprimido la sabiduría de cada uno o ir por el cuarto, sin prisas, dejando que vaya entrando y calando toda esa sabiduría?
¿Que es mejor? ¿Haber perdido 50 kilos en 7 meses a base de dieta y ejercicio o llevar meses sin haberte pesado pero sentir que has recuperado una serenidad interior y disfrutar de una ausencia de pensamientos compulsivos así como haber afrontando las vicisitudes de la vida sin anestesiarte con la comida como antes ?

¡Disfrutar de mis días de recuperación gracias a la calidad de esta, es para mi, el antes y el después en mi proceso hacia la salud integral!

Cuando me olvido de fechas, datos, números, cifras y autoimposiciones sin olvidarme de lo importante, osea, mi recuperación, comienza el camino real y duradero hacia la abstinencia.

No me importa cuanto días llevo abstinente, ¿De que me serviría saberlo? Me centro en el día de hoy, en cada 24 horas, disfrutando y agradeciendo,aprendiendo y amando, con mayor calidad que pueda cada día. ¿Que SI puedo hacer hoy? ¿Puedo disfrutar de un plato saludable que nutra mi cuerpo? ¿Puedo sentarme a disfrutar de un buen libro o documental que me nutra mi mente? ¿Puedo trabajar un Solo Por Hoy o meditar, ayudar a algún otro o a mi mismo y así nutrir mi alma?

¡Estoy muy contento de haber alcanzado una calidad de vida, la cual espero, día a día, mejorar!









jueves, 25 de enero de 2018

Tierra tragame o ¿Hola mundo?

Ayer me pasó algo bochornoso: ¡Envié por error un compartir al grupo de WhatsApp del trabajo!

¡Y era de esos en los que te Expones lo suficiente como para sentir una vergüenza extrema!

Intente darle al botón de "eliminar mensaje", pero mi smartphone llevaba una semana siendo más bien un "stupidphone", y tuve que enviarle mensajes a la administradora del grupo, que encima no contestaba, comencé a resetear de fabrica el terminal mientras se apoderaba de mi una ansiedad donde sonaba de fondo un tic-tac, tic- tac...

¡Ay Dios! ¿Por qué me tenia que pasar ese descuido tan bochornoso en el peor estado de mi teléfono? ¡Nunca me pesó nada igual antes!Joder, ¿Qué cantidad de personas viven en mi teléfono?

Se me pasaron mil cosas por la cabeza, desde: ¿Maldita tecnología, estamos vendidos? Recordé aquel capitulo "Nosedive" de la serie distópica Black Mirror , donde se criticaba a las redes sociales. ¡ Qué cosas más raras salen de mi mente en extrañas situaciones!

Me entraron ganas de desaparecer del planeta, sentí ganas de que me llamaran del trabajo y me dijeran: ¡Estas despedido! Quise salirme de todos los grupos y lanzar el móvil atado a una cuerda cual deportista olímpico supera su récord en lanzamiento de martillo.

Sin embargo, otra parte de mí, me decía:¡ Es hora de poner en practica lo aprendido! Me repetía: Siente la ansiedad, no la rechaces, no la niegues, más temprano que tarde esta situación será una de esas anécdotas que compartes con otros compañeros a la salida de una reunión de OA.

También me recordaba:¡ Ese eres Tú! ¡Ese eres Tú! Ese compartir te representa, está claro que está a mil malditas millas de no es ser el lugar, ni el momento más adecuados, pero ¡Eso es Autentico! Y lo autentico es valioso.

Sea, como sea, no deja de ser algo embarazoso, y tendré que convivir por algún tiempo con esa sensación de "desnudez"que me desplaza de la "seguridad y comodidad" de la mascara social.

Me quedan abiertas algunas preguntas, que hoy mi mente aún perturbada no logra comprender:

¿Debe"salir del armario" un comedor compulsivo y desvelar su enfermedad?
¿Hasta que punto es beneficioso? ¿Acaso las reuniones de OA y su "entorno controlado"  es una primera fase de la que pasar a una segunda fase de "completa aceptación y profunda fortaleza interior" a nivel también exterior?

¿Hasta que punto el "juego social" o el "rol"que interpretamos dificulta nuestro crecimiento y camino interior a la autenticidad? ¿Hasta que punto es una "protección" y hasta que punto te crees tu propio personaje de tanto interpretarlo?

¿Hasta que punto nos afecta "la critica exterior" incluso cuando sabemos "que todo juicio es una mera interpretación"? 




miércoles, 17 de enero de 2018

Aceptando la no aceptación

Las mentes compulsivas para hacerse "honor y causa" del impulso irracional exacerbado, suele buscar la paz, la serenidad interior, de manera cambien compulsiva.

Cuantas veces me he dicho eso de "tengo que encontrar el camino de la serenidad, ya, lo necesito".
O, "Dios que gordo estoy, tengo que ponerme a dieta inmediatamente, tengo que perder peso, pero ya". ¡Cuanta incoherencia! Esto seria como si alguien te dijera:"¡venga, se espontaneo!".

Y es que, cuando la contradicción llega a tu vida, no suele haber más resultado que "más  contradicción" aún si cabe.

Cuando acepto verdaderamente eso que "no aceptaba" antes, me libero. Como cuando acepté que era comedor compulsivo, adicto a ciertos alimentos y acepté que nunca voy a dejar de desear darme un atracón, caiga o no, finalmente.

¡Cuando deje de engañarme a mi mismo abrí la posibilidad de la recuperación!

Parece obvio, ahora, que hasta que no reconoces "un problema", no se puede encontrar una solución. Como dice esa frase: ¡Uno no se enamora de quien no conoce! Pues si no conoces el problema, o no quieres conocerlo, como vas a encontrar la solución.

Tampoco digo que porque acepte una situación, esta desaparezca. De ser así, yo hubiera dejado de ser comedor compulsivo. Pero reconozco que gracias a aceptarlo, he podido caminar por el camino de la recuperación, mejorando mi vida infinitamente.

Pero,  ¿Qué ocurre cuando soy consciente que no acepto "algo", ya sea en ese justo momento, o incluso tiempo después? Pues lo primero: ¡Aceptar la no aceptación en mí! Darme tiempo para digerir y profundizar en las "causas" que me hacen no lograr aceptarlo. Reconocerme y darme valor, pues sé que el solo hecho de querer llegar a la aceptación total del presente, es decir mucho y bueno.