Rendición: La acción de someterse
al dominio o voluntad de alguien o algo, dejando de oponer resistencia.
Honestidad: es el valor de decir (se) la verdad, ser razonable y justo.
Honestidad: es el valor de decir (se) la verdad, ser razonable y justo.
A nadie le gusta rendirse ante nada, ni nadie. Nos gusta luchar,
ganar y demostrarles a todos que somos los más fuertes, más listos, más
guapos. Los más de lo más.
Si hay tragedia, sangre y altos obstáculos, mejor. Mayor
será luego el regocijo y orgullo al alcanzar el logro. ¡Todos se deslumbrarán y
nos alabaran!
Pedir ayuda, no gracias. Demostrar debilidad; de ningún modo.
¿Acaso no es infantil, este modo de vida? ¿Qué estamos
realmente intentando demostrar o demostrarnos? ¿Qué somos más fuertes, más
listos, más aptos o más validos que nadie? ¿Es que acaso no es ya suficiente con
ser como somos en este momento presente? ¿Qué necesidad, que déficit estamos
tratando de cubrir con tanta lucha?
Cada vez que no he sido capaz de seguir una dieta o
mantenerme en un mismo peso, cada vez que no he sido capaz de NO comerme ese
dulce que me llevo al atracón ¡Mi autoestima bajó hasta el dedo gordo del pie!
Tener una autoestima baja te roba confianza para el resto de campos en tu vida ¿Tanta lucha para qué?
¡Cuánto sufrimiento me habría evitado si en lugar de ir por
el mundo demostrado lo capaz y valido que soy, hubiera sencillamente, hecho lo
que me hubiera dado la gana!
Cuando crees que eres lo más, que tú puedes con todo, el
guerrero invencible ¡No te permites caer! Eso desmoronaría el cuento que te has
contado a ti mismo sobre ti. Entonces lo intentas tapar, te escusas o simplemente lo
niegas. No permitirse caer, es como no permitirse dormir ¡Tardaras más, o
tardaras menos, al final siempre vendrá Morfeo!
Permitirse caer y aprender; de romper la tan deseada
abstinencia, de sentirse vulnerable ante la comida que me compulsa, de sentir
que uno no lleva yo las riendas y que los caballos van ellos solitos, reconocer
honestamente que realmente SI quería comerme esos bollos, que SI me hago daño a mi mismo concientemente,
Piensas: Si no siento culpa, si no intento controlar el acto
de no pegarme un atracón, si suelto todo esto ¡Entonces mi vida será como antes
de OA, ingobernable! ¡Me convertiré en un obeso de 250 kilos y no podré ni
levantarme de la cama! Ahora yo pregunto ¿Acaso no he sentido culpa desde
siempre? ¿Acaso no intente dejar los atracones poniéndome a dieta una y otra vez
y aun así mi vida se volvió un caos?
Tal vez sea la lucha por controlar el peso y los atracones y
fracasar, lo que me llevo a grandes decepciones, desgastarme energéticamente,
auto-engañarme, desvalorarme como persona y auto-lesionarme mediante grandes y
numerosos atracones. Tal vez el trabajo interior de honestidad y de comprensión
sea la solución. Y ahí es donde entran los doce pasos y OA.
Rendirse es entonces para mí soltar toda resistencia a dejar
de controlar, y someterme a lo desconocido e inmenso del camino interior de
comprensión de la adicción mediante la honestidad. Permitiéndome caer, y
permitirme también ser libre de la adicción a la comida.
Permitiendome, en definitiva: ser un ser humano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario