Si no fuera porque sé que todo esto de respirar no es más
que un sueño, me sorprendería mucho más saber que cuando de repente en mi mente,
empiezan a aparecer todas esas ideas en masa sobre el comer urgente; es
sencillamente un engaño, una ilusión; HAMBRE IRREAL.
Cuando me despierto después de 9 horas durmiendo; me tomo un
café con alguna fruta. No tengo hambre, ¡Y eso que llevo 12 horas con el estómago
vacío!
Entiendo que sienta hambre cuando pasan 3,4 o 5 horas sin
comer, pero tanta como para querer atracar un supermercado con alimentos calóricos
en exceso, ¡No, no me lo puedo creer!
Entonces estoy comiendo en casa de la familia y voy comiendo
patatas fritas de una bolsa que me reta a no parar o, voy en moto a casa después
del trabajo y la situación me reta a entrar en un supermercado a comprar alimentos
compulsivos, y mientras soy tentado pienso; NO ES HAMBRE REAL.
Saber que lo que te está ocurriendo no es real, tiende en un
principio a descolocarte, pero una vez aceptado, pues mirar lo que te ocurre
desde esa perspectiva y es algo que a mi me ayuda mucho.
Todo esto me recuerda mucho a la parábola de la biblia donde
Jesús es tentado por el diablo:
“…Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu
al desierto, para ser tentado por el diablo.
Y después de haber
ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.
Y vino a él el
tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan
en pan.
El respondió y dijo:
Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de
la boca de Dios…”
Por supuesto todo es simbólico:
El desierto
simboliza la nada; el vacío, la soledad, esos momentos en tu vida donde de
repente todo pierde su sentido, su significado, donde te cuesta ver más allá.
Donde no existe la seguridad, donde no sabes que va a pasar, etc.
Al mismo tiempo, el
desierto simboliza ese espacio inevitable donde poder mirar a los ojos a
nuestros miedos y atravesarlos. Pues sentir hambre, soledad, frio, cansancio,
celos o envidia es inevitable e inherente
a la naturaleza del ser humano.
El diablo
simboliza la tentación de la mentira, de lo irreal; La solución rápida que no
soluciona nada, y además empeora o alarga la situación. La tentación con placeres
y/o distracciones evitando que te
enfrentes a tus miedos y no puedas crecer y superarlos.
Mis desiertos duran horas pero como son tan intensos pueden parecer
que no acabaran nunca, están hechos de soledad, vacío, carencia de significado
de ese momento e inutilidad, desde esos momentos críticos, veo las siguientes
horas absurdas, con pena porque se acabe ese día sin haber pasado nada
especial.
Entonces me siento tentado fuertemente a comer alimentos que
me dan placer y ver alguna película que me distraiga, para evadirme y así huir
de esos momentos.
Sé que es efectivo por una parte, porque cuando ya he
terminado de comer durante dos horas, solo tengo sueño y ganas de dormir, y ya
no siento esas sensaciones que sentiría antes de comer. Termino el día
anestesiado, pero sé que estoy abierto en canal y que las tripas siguen estando
fuera.
Al día siguiente me siento más inseguro, débil, más
vulnerable, porque sé que la comida es
una huida de la realidad y no la solución, y que es cuestión de tiempo que
aparezca otra situación donde vuelva a ser tentando a comer, y se convertirá en
un círculo vicioso del que cuesta muchísimo salir.
El universo me muestra pues en determinadas situaciones, mis
miedos y me da la posibilidad de afrontarlos, comprenderlos y abrazarlos.
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