viernes, 2 de septiembre de 2016

La irrealidad de la falsa hambre.

Si no fuera porque sé que todo esto de respirar no es más que un sueño, me sorprendería mucho más saber que cuando de repente en mi mente, empiezan a aparecer todas esas ideas en masa sobre el comer urgente; es sencillamente un engaño, una ilusión; HAMBRE IRREAL.

Cuando me despierto después de 9 horas durmiendo; me tomo un café con alguna fruta. No tengo hambre, ¡Y eso que llevo 12 horas con el estómago vacío!

Entiendo que sienta hambre cuando pasan 3,4 o 5 horas sin comer, pero tanta como para querer atracar un supermercado con alimentos calóricos en exceso, ¡No, no me lo puedo creer!

Entonces estoy comiendo en casa de la familia y voy comiendo patatas fritas de una bolsa que me reta a no parar o, voy en moto a casa después del trabajo y la situación me reta a entrar en un supermercado a comprar alimentos compulsivos, y mientras soy tentado pienso; NO ES HAMBRE REAL.

Saber que lo que te está ocurriendo no es real, tiende en un principio a descolocarte, pero una vez aceptado, pues mirar lo que te ocurre desde esa perspectiva y es algo que a mi me ayuda mucho.

Todo esto me recuerda mucho a la parábola de la biblia donde Jesús es tentado por el diablo:

 “…Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo.
Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.
Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan.
El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios…”



Por supuesto todo es simbólico:

El desierto simboliza la nada; el vacío, la soledad, esos momentos en tu vida donde de repente todo pierde su sentido, su significado, donde te cuesta ver más allá. Donde no existe la seguridad, donde no sabes que va a pasar, etc.

Al mismo tiempo, el desierto simboliza ese espacio inevitable donde poder mirar a los ojos a nuestros miedos y atravesarlos. Pues sentir hambre, soledad, frio, cansancio, celos o envidia  es inevitable e inherente a la naturaleza del ser humano.

El diablo simboliza la tentación de la mentira, de lo irreal; La solución rápida que no soluciona nada, y además empeora o alarga la situación. La tentación con placeres y/o distracciones  evitando que te enfrentes a tus miedos y no puedas crecer y superarlos.

Mis desiertos duran horas pero como son tan intensos pueden parecer que no acabaran nunca, están hechos de soledad, vacío, carencia de significado de ese momento e inutilidad, desde esos momentos críticos, veo las siguientes horas absurdas, con pena porque se acabe ese día sin haber pasado nada especial.

Entonces me siento tentado fuertemente a comer alimentos que me dan placer y ver alguna película que me distraiga, para evadirme y así huir de esos momentos.

Sé que es efectivo por una parte, porque cuando ya he terminado de comer durante dos horas, solo tengo sueño y ganas de dormir, y ya no siento esas sensaciones que sentiría antes de comer. Termino el día anestesiado, pero sé que estoy abierto en canal y que las tripas siguen estando fuera.

Al día siguiente me siento más inseguro, débil, más vulnerable,  porque sé que la comida es una huida de la realidad y no la solución, y que es cuestión de tiempo que aparezca otra situación donde vuelva a ser tentando a comer, y se convertirá en un círculo vicioso del que cuesta muchísimo salir.

El universo me muestra pues en determinadas situaciones, mis miedos y me da la posibilidad de afrontarlos, comprenderlos y abrazarlos.

Yo elijo entonces si afrontarlos o huirlos, pero ellos van a seguir ahí hasta que no los atraviese.

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