viernes, 9 de septiembre de 2016

La vida sin comer no tiene brillo

“Es que la vida sin alcohol, sin ir a los bares, no tiene sentido, es aburrida”- Dijo una vez mi padre alcohólico. Entonces, hace ahora muchos años, me dio pena de oír esas palabras que solo un alcohólico podía decir.

Hace unos días, intenté imaginar mi vida sin probar cualquiera de esos alimentos que tanto me gustan ¡Y tuve la misma sensación!

¡Qué vida tan triste, sin sentido, tan aburrida sin poder comer esos ricos alimentos que tanto me gustan y que me hacen perder hasta la noción del tiempo!

Todas estas palabras y su concepto se me comprimen a diario en una misma sensación interior; la sensación de vacuidad.

A lo mejor estoy llegando a casa, ha sido un día normal y de repente me empieza a parecer triste, sin sentido, el simple hecho de ir casa y estar allí hasta que me entre sueño y me duerma. Es incluso más intensa si sé que estaré solo. Intento convencerme de que puedo hacer cosas como leer, ver una película o hablar con alguien, pero en ese momento, esas actividades siento que no me interesan, parece que lo único que puede “alegrarme el día” o “darle un poco de sentido” es el ir a comprar lo que más me guste del supermercado e ir a casa a comérmelo.

Ayer dando un paseo después de un atracón, mientras deambulaba por largas calles para despejarme, me di cuenta que me pasa lo mismo que a mi padre; ambos compartimos la misma sensación, somos incapaces de encontrarle un  “sentido” a la vida lejos de nuestra adicción ¡Que triste!

Es como si necesitara tener proyectos, cosas que hacer interesantes y nuevas cada momento y como eso no es posible cada día, ni cada momento, como es obvio, me proyecto al futuro inmediato y veo como un grave problema, como un vacío vital, al que he de comer para escapar de él.

¡El placer inmediato, predecible y sin sorpresas que me evade de esa sensación!

Solo puedo pedirle desde aquí a mi Poder Superior me libere de lo triste que es refugiarse en la comida en lugar de encontrarle el sentido a la vida y agradecer lo que me ofrece y poder devolver otro tanto al mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario