Ahora que estoy en medio del ciclón, en plena vorágine
compulsiva, que no soy capaz de comer ni un solo día alimentos que no me compulsen, me ocurre algo extraño, que jamás me había ocurrido.
Antes de OA,osea antes reconocer que era un adiccto, cuando me daba atracones diarios, no dejaba
nada de comida de lo que me compraba en el supermercado horas antes. Y si dejaba
algo era porque mi estómago tiene una capacidad física limitada y no podía comer
ya más. ¡Ojala hubiera tenido el estómago de un ratón!
Ahora en mi compra compulsiva no acumulo tantos productos,
suelo comprar más sano y además ¡Estoy dejando casi la mitad para el día
siguiente! Además ahora ceno, normal, ósea sano y cuando termino, como lo que
haya comprado que me compulsa, normalmente algo dulce, con azúcar y muchos
carbohidratos.
Pero una vez me doy el gusto, miro el paquete y digo: ¿Realmente
hay necesidad de acabármelo todo ahora? ¿Acaso mañana no voy a volver a comer
alimentos compulsivos? Nadie va a quitármelos, así que puedo comer los que me
queden de hoy.
Además no acabo con culpa, porque sé que es absurdo sentir
culpa. Acabo con una sensación normal, de saciedad, sabiendo que lo correcto hubiese
sido no comer asi, pero por otro lado, estoy aprendiendo y estoy enfermo, y
poco a poco veo resultados en este proceso. Además sé que al día siguiente
tengo otra oportunidad, y nadie puede decirme que no volveré al camino de la
abstinencia.
Tal vez, ya no use la comida para autodestruirme, para
destrozarme, para agotarme. Ta vez, es solo la sensación que tengo ahora. Si la
sigo usando para abstraerme, para llenar vacíos, para evadirme de la realidad,
para escapar de responsabilidades y puede que aún quede algo de querer sentirme
especial o diferente, al hacerlo a escondidas.
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